martes, 13 de noviembre de 2018

OPINIÓN PERSONAL

La edición que he leído es la del año 1999 de la editorial Mitos de Bolsillo de Mondadori. Y os recomiendo que si os apetece adentraros en este libro escojáis otra versión, si es que podéis, porque ésta tiene un montón de erratas, y las expresiones tampoco están muy cuidadas, es una edición muy abandonada. En serio no os la aconsejo, rompe la fluidez lectura. Ojo, que la imagen de la portada que he puesto en la entrada no se corresponde con la edición de la que os hablo, pero no he encontrado una más o menos buena de la publicación de Mitos.

Lo mejor del libro sin duda es el personaje de Aníbal, un villano de esos capaces de robar el protagonismo al héroe (heroína) de la historia. Su personalidad e inteligencia resultan arrolladoras. Es increíble la maestría con que logra Thomas Harris que los lectores sintamos tanta fascinación hacia un ser tan cruel como Lecter hasta convertirlo en el mayor atractivo de la novela (que no el único). Por conocerle merece la pena leer el libro, o ver la película, aunque he de decir que yo ésta la vi hace tantos años que apenas me acuerdo. La verdad, no creo que pueda resistir la tentación, seguro que una de estas noches y a no mucho tardar, la veo con un buen bol de palomitas (de las caseras de toda la vida, las del encanto de los granos de maíz haciendo pop-pop mientras saltan intentando escapar de la sartén). Eso sí, hay escenas que no se me han borrado de la mente: Anthony Hopkins (Aníbal) con su máscara “antimordiscos”, o el momento en que se conocen él y la agente Clarice Starling (Jodie Foster).

El argumento del libro es muy bueno, consiguiendo mantener la tensión desde el inicio hasta el final, y los personajes son una de las mejores bazas de la novela, y no sólo los principales, Lecter y Starling, los secundarios resultan igualmente brillantes y atrayentes: el agente Crawford, el enfermero Barney, el grimoso Chilton, y desde luego el asesino Búfalo Bill, también una creación de lo más espeluznante.

En parte creo que este libro puede perder algo de tensión si se ha visto la película antes, porque ya conoces qué sucede con Lecter o a qué se “dedica” Búfalo Bill, pero la historia es tan buena y los personajes tan interesantes que tampoco lo considero un gran hándicap.

Este libro es el segundo de lo que ha resultado ser hasta ahora una tetralogía, compuesta por los siguiente títulos, en orden de publicación: El dragón rojo, El silencio de los corderos, Hannibal y Hannibal, el origen del mal. Desconocía hasta este momento que El silencio de los corderos era la segunda novela, de haberlo sabido hubiera leído primero El dragón rojo, aunque por lo que veo parecen ser bastante independientes entre ellas.

Aníbal Lecter me ha conquistado: creo que voy a seguir indagando por la mente del peligroso doctor. Espero salir viva de la aventura.

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